Las empresas que quieren hacer proyecciones de futuro tienen en cuenta una serie de variables que conforman el escenario: la evolución de la economía, el desarrollo de la tecnología y la ciencia, y sobre todo, la evolución de las variables político-legales.
Entre estas últimas, se han de tener presentes los elementos del sistema que permiten llegar a unos tramos de certidumbre. Es decir, en qué lugares se puede invertir con el menor riesgo. Una vez conocidos esos elementos (instituciones y grupos) se puede profundizar en la dinámica político- administrativa mediante un análisis de escenario.
De este modo, las empresas buscan garantías en sus inversiones, conocen la tendencia fiscal y social del territorio en cuestión, así como las previsibles regulaciones profesionales y laborales.
Las empresas de la promoción-construcción necesitan aclarar las regulaciones urbanísticas. De este modo sabrán el número de metros disponibles, la altura, el tipo de edificación y las previsiones viarias de la localidad.
Las empresas de la industria extractiva suelen interesarse por la disponibilidad de yacimientos, las restricciones medio-ambientales y la política de apoyo al sector (fondos europeos).
Aquellas empresas industriales,que tienen un componente humano importante, quieren despejar sus sobre las actividades sindicales, el nivel de volatilidad de la conducta, el coste laboral medio y el grado de alfabetización.
Las multinacionales de sectores estratégicos, como el energético o el de las telecomunicaciones, quieren saber si hay posibilidad de crear un capital relacional público, si se puede utilizar el lobbying o bien si el marco legal permite la nacionalización de dichas industrias.
Entre estas últimas, se han de tener presentes los elementos del sistema que permiten llegar a unos tramos de certidumbre. Es decir, en qué lugares se puede invertir con el menor riesgo. Una vez conocidos esos elementos (instituciones y grupos) se puede profundizar en la dinámica político- administrativa mediante un análisis de escenario.
De este modo, las empresas buscan garantías en sus inversiones, conocen la tendencia fiscal y social del territorio en cuestión, así como las previsibles regulaciones profesionales y laborales.
Las empresas de la promoción-construcción necesitan aclarar las regulaciones urbanísticas. De este modo sabrán el número de metros disponibles, la altura, el tipo de edificación y las previsiones viarias de la localidad.
Las empresas de la industria extractiva suelen interesarse por la disponibilidad de yacimientos, las restricciones medio-ambientales y la política de apoyo al sector (fondos europeos).
Aquellas empresas industriales,que tienen un componente humano importante, quieren despejar sus sobre las actividades sindicales, el nivel de volatilidad de la conducta, el coste laboral medio y el grado de alfabetización.
Las multinacionales de sectores estratégicos, como el energético o el de las telecomunicaciones, quieren saber si hay posibilidad de crear un capital relacional público, si se puede utilizar el lobbying o bien si el marco legal permite la nacionalización de dichas industrias.
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